domingo, 5 de julio de 2020

Cumpleaños en pandemia

La fiesta de mi cumpleaños fue la sorpresa de un pastel de chocolate que trajo un Uber a la puerta de mi casa. El cariño de un amigo por whatsapp. Mensajes de amor en Facebook e Instagram. Una voz grabada en mi teléfono cantando cumpleaños feliz. Un dulce que llegó en una caja rosada, con un poema y un nombre enigmático: amor muerto, pero rotundamente delicioso. Unas violetas en un matero color oro. Una llamada de Zoom con mi familia cantando mal, pero cálida y cercana. Un abrazo que traspasa el otro lado de la pantalla. Mis hermanas como soporte y compañía. Mensajes desde distintas partes del mundo. Una llamada de disculpa, reconocimiento, reconciliación, justo cuando la decepción parece arroparme. Una voz de aliento en la oscuridad. Y mi esposo cómplice, haciendo el desayuno, el almuerzo, lavando los platos, mientras yo respondo a mis amigos. Lo humano traspasando el encierro.

Ha sido un cumpleaños realmente extraño, en un día de mucho trabajo, que parece normal pero no lo es, bajo esta pandemia que coloca a la muerte como amenaza y certeza en el horizonte y que oscurece el futuro con la sombra de la crisis. Pero que al tiempo, trae renovación, retos, esperanza de cambio, nuevas oportunidades.

Mi cumpleaños también me trajo un curso nocturno -en lugar de fiesta- para celebrar aprendiendo. Que a toda edad, más cuando se cumple (es decir, se envejece) la vida trae sorpresas. Que estamos para aprender todos los días.  

Los aniversarios son momentos para hacer balances, de celebrar la vida, de encontrarse con los amigos. Sin embargo, éste llegó casi sin ser deseado, en un momento de desánimo y de hastío por el encierro. Pero a medida que el día fue avanzando, las llamadas y mensajes cargaron mi día de una nueva energía.

Ahora tengo una nueva vitalidad, gracias a todos estos amorosos regalos que me confirman que la vida, esta inesperada vuelta de hoja que encontramos a cada paso, nos sorprende con el reto de seguir confiando, creando, amando. 

Una confianza que nace en vernos en el otro, ese espejo que nos confirma que no estamos solos.






3 comentarios:

  1. Felicidades Aliana!!! Me encantana tus cronicas. Te recuerdo con Cariño Un abrazote
    Deanna

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  2. Felicidades Aliana!!! Me encantan tus crónicas. Te recuerdo con Cariño Un abrazote
    Deanna

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